Se reabre el caso Alcàsser para tomar declaración a la tripulación del barco en el que se fugó Anglés
El mediático caso Alcàsser se reabre casi 30 años después del terrible crimen. Un juzgado de Alzira, en Valencia, ha emitido una comisión rogatoria internacional para tomar declaración a tripulación y al capitán del ‘City of Plymouth’, el barco en el que en 1993 huyó a Irlanda como polizón Antonio Anglés, presunto autor del triple crimen.
Según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, el juzgado de Alzira que instruyó el caso recibió un informe de la Policía española a raíz de unas declaraciones de la tripulación del barco en un programa de televisión, en el que le hacían constar a la jueza la necesidad de volver a interrogar a estos en relación con la huida del polizón.
En este caso, en el que aún sigue activa la requisitoria de búsqueda y captura de Antonio Anglés, por lo que se debe investigar cualquier indicio o pista que surja, la jueza emitió en noviembre emitió una orden europea de investigación para que tanto Reino Unido como Escocia practiquen estas diligencias de interrogatorio a los testigos miembros de la tripulación, declaraciones que ya se están practicando, según el TSJCV.
De acuerdo con la información que publica el diario Las Provincias, la jueza de Alzira ha dirigido la petición a las autoridades del Reino Unido porque es el lugar en el que reside en la actualidad Kenneth Farquharsib Stevens, el capitán del barco del que logró huir Anglés. Esta persona ya fue interrogada por la policía irlandesa en 1993 para tratar de descubrir cómo se pudo producir la fuga, aunque sin lograr ningún esclarecimiento. La versión de los hechos del capitán se incluyó en el sumario, que entonces instruía otro magistrado, pero no se consideró necesario ampliarla.
En una entrevista en el programa ‘Equipo Investigación’ de La Sexta, el capitán detallaba que cuando el 24 de marzo de 1993 la Policía subió al buque, el fugitivo ya no estaba dentro. Primero se le metió en un «cuartucho», después en un camarote vacío encerrado con llave y con gente «cerca vigilando», pero escapó en una barca hinchable que debió dejar caer al mar desde siete metros de altura, indicaba el capitán en la entrevista.
Un avión francés localizó al polizón en la barca, tras un mensaje de radio, lo subieron de nuevo a bordo y lo volvieron a meter en el mismo camarote, en el que «atrancaron» ventanas y puerta con tablas. «Era imposible que él abriera la puerta desde dentro», apuntaba el capitán en esa entrevista recogida por Las Provincias. Sin embargo, cuando llegó la Policía tras atracar en Dublín, se había ido. «Alguien tuvo que dejarle salir y haber recolocado la madera. No pudo escapar de ese camarote sin ayuda», indicaba el capitán.